No existe un antecedente grecolatino de la palabra bruja, en latin se les llamaba maleficae que quiere decir maléfica. El término en español Bruja tiene un origen desconocido que está relacionado con el término en portugués bruxa; la primera referencia documentada del término bruja como tal la encontramos a finales del siglo XVIII. Sin embargo, en lengua inglesa la palabra witch se deriva del anglosajón wit que significa “conocer”; por lo que se entiende que las brujas son las mujeres en búsqueda permanente del conocimiento y la sabiduría a través de prácticas mágicas que pueden ser buenas (magia blanca) o malas (magia negra). Sus conocimientos los obtienen a través del estudio de la naturaleza, de libros sagrados, de herbarios y otros documentos de tipo científico, además del pacto con seres de mayor poder, como los mencionados en el párrafo anterior.
Como ya se ha descrito, conforme a la naturaleza de su magia las brujas se dividen en:
Las brujas blancas que se unen a una religión y se dedican al Ser Supremo; sus poderes mágicos los obtienen a través de ángeles, santos o espíritus de difuntos y los utilizan en beneficio de la comunidad a la que sirven; los ejemplos más comunes son la preparación de medicinas, la curación, conjurar hechizos para asegurar buenas cosechas, etc. Estas brujas practican la cristalomancia, que es el arte de la adivinación y jamás conjurarán a los muertos o a los poderes naturales para que actúen en contra de sus enemigos.
Las brujas negras quienes tienen un pacto con el diablo y se entregan a la adoración de Satanás o de dioses falsos (esto en la religión católica), sus conocimientos van más allá de los obtenidos a través de los libros sagrados o del estudio de la naturaleza. Practican la brujería con el objeto de influenciar en la mente o cuerpo de las personas contra su voluntad o sus creencias; entre sus prácticas más conocidas están la necromancia o nigromancia, que es la adivinación a través de los espíritus de los muertos o cadáveres y la utilización de amuletos y hechizos para atormentar mental y físicamente a sus enemigos.
Estas brujas comúnmente tienen a su cargo discípulas a quienes enseñan sus conocimientos y prácticas, la manera más común de atraerlas es ofreciéndoles recompensas como la belleza, el atractivo sexual, una vida larga que va más allá del siglo; a cambio de esto las discípulas y las brujas negras no pueden tener hijos, su belleza es efímera y cuando mueren, Satanás las devuelve a la tierra en forma de un ser inferior, como los sapos o las lombrices.
Como ya se ha descrito, conforme a la naturaleza de su magia las brujas se dividen en:
Las brujas blancas que se unen a una religión y se dedican al Ser Supremo; sus poderes mágicos los obtienen a través de ángeles, santos o espíritus de difuntos y los utilizan en beneficio de la comunidad a la que sirven; los ejemplos más comunes son la preparación de medicinas, la curación, conjurar hechizos para asegurar buenas cosechas, etc. Estas brujas practican la cristalomancia, que es el arte de la adivinación y jamás conjurarán a los muertos o a los poderes naturales para que actúen en contra de sus enemigos.
Las brujas negras quienes tienen un pacto con el diablo y se entregan a la adoración de Satanás o de dioses falsos (esto en la religión católica), sus conocimientos van más allá de los obtenidos a través de los libros sagrados o del estudio de la naturaleza. Practican la brujería con el objeto de influenciar en la mente o cuerpo de las personas contra su voluntad o sus creencias; entre sus prácticas más conocidas están la necromancia o nigromancia, que es la adivinación a través de los espíritus de los muertos o cadáveres y la utilización de amuletos y hechizos para atormentar mental y físicamente a sus enemigos.
Estas brujas comúnmente tienen a su cargo discípulas a quienes enseñan sus conocimientos y prácticas, la manera más común de atraerlas es ofreciéndoles recompensas como la belleza, el atractivo sexual, una vida larga que va más allá del siglo; a cambio de esto las discípulas y las brujas negras no pueden tener hijos, su belleza es efímera y cuando mueren, Satanás las devuelve a la tierra en forma de un ser inferior, como los sapos o las lombrices.
1 comentarios:
Esto no tiene nada q ver con la religion catolica
Publicar un comentario