LAS BRUJAS EN TODOS LOS TIEMPOS

Los inicios de la brujería, (o su suposición) tiene lugar varios siglos atrás, habiendo sido fruto de duras condenas injustas a lo largo de la historia. Su mayor crisis tuvo lugar a lo largo del siglo XV, momento en el cual se realizaban las llamadas persecuciones de brujas, o cacerías de brujas, bajo un sentimiento obsesivo por hallar a aquellas mujeres que emitían aspectos sospechosos o realizaban herejías que no coincidían con los dogmas de la Iglesia y la moralidad.


Las creencias de la brujería a variado según las culturas practicantes y creyentes, interpretando el fenómeno de la hechicería de manera diferente. Durante la Edad Media en Europa se relacionaba la brujería con la rendición y el culto al Diablo, llevando a una obsesión que dejó como resultado numerosos castigos, torturas y ejecuciones.


En aquellas épocas se cría que las brujas o brujos (pero mayormente personajes representados por mujeres) realizaban aquelarres, rituales satánicos celebrados en las afueras de las ciudades, entre los bosques solitarios o en sitios descampados, donde nadie las podía ver. Se creía también que los aquelarres eran una inversión sacrílega de los cristianos, en los cuales se practicaba la consagración de la hostia negra, la recitación del Credo al revés y grandes banquetes en los cuales se incluía carne humana. A esto también se le añade la acusación de realizar actos de infanticidio y sacrificio de humanos.


Una de las características principales de las brujas era el atributo que se le otorgaba a las mismas de su sobrenatural capacidad de poder volar. Esto se relacionaba con las supuestas celebraciones de aquelarres que se realizaban tan lejos de las moradas de aquellas, que tenían que acudir a sus poderes mágicos para poder transportarse de un lugar a otro por los aires