Popularmente a las brujas se las asocia con ciertas imágenes. El típico sombrero negro, edad avanzada, verrugas, gato negro cerca, escoba en la mano, caldero grande al fuego...
Sin embargo, otras historias tradicionales de brujas hablan de mujeres increíblemente hermosas, con miradas cautivadoras, pero que, o bien en cualquier momento perdían esa belleza porque tenían capacidad de transformarse, o usaban ese don para aprovecharse de las personas y tenerlas bajo su dominio.
Las brujas son muchas veces acusadas de perseguir a héroe o la heroína; sin embargo son seres mucho más complejos que eso. Su papel en el cuento de hadas puede variar, suelen vivir solas o en tríos, otra vez en recuerdo de las tres hiladoras que tejen y destejen el hado de los hombres y dioses.
Un primer papel, similar al de las hadas, es que predicen el destino del héroe; ejemplo de este grupo tenemos a las tres brujas que se le aparece a Macbeth y le predicen su ascenso y caída, en la tragedia del mismo nombre de W. Shakespeare o cuando las Erinias le explican a Perseo como vencer a Medusa, o el Hada mala de la bella durmiente que le decreta la muerte a la recién nacida.
La tercera bruja, y quizás la más peligrosa si es un enemigo, es la maga; aquella que no se limita a pociones sino que tiene poderes sobrenaturales con los que puede controlar los elementos, la Circe de Ulises es el ejemplo de este tipo; son restos de lo que alguna vez fue una diosa del invierno de algún panteón hoy desaparecido. A estas brujas se les asocia la capacidad de volar sobre escobas.
Sin embargo, otras historias tradicionales de brujas hablan de mujeres increíblemente hermosas, con miradas cautivadoras, pero que, o bien en cualquier momento perdían esa belleza porque tenían capacidad de transformarse, o usaban ese don para aprovecharse de las personas y tenerlas bajo su dominio.
Las brujas son muchas veces acusadas de perseguir a héroe o la heroína; sin embargo son seres mucho más complejos que eso. Su papel en el cuento de hadas puede variar, suelen vivir solas o en tríos, otra vez en recuerdo de las tres hiladoras que tejen y destejen el hado de los hombres y dioses.
Un primer papel, similar al de las hadas, es que predicen el destino del héroe; ejemplo de este grupo tenemos a las tres brujas que se le aparece a Macbeth y le predicen su ascenso y caída, en la tragedia del mismo nombre de W. Shakespeare o cuando las Erinias le explican a Perseo como vencer a Medusa, o el Hada mala de la bella durmiente que le decreta la muerte a la recién nacida.
La tercera bruja, y quizás la más peligrosa si es un enemigo, es la maga; aquella que no se limita a pociones sino que tiene poderes sobrenaturales con los que puede controlar los elementos, la Circe de Ulises es el ejemplo de este tipo; son restos de lo que alguna vez fue una diosa del invierno de algún panteón hoy desaparecido. A estas brujas se les asocia la capacidad de volar sobre escobas.
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